La Villa de los Mares, situada en la localidad gerundense de Sant Feliu de Guíxols, debe las privilegiadas vistas que posee a su excepcional enclave: entre las azules aguas de la Costa Brava y el verde intenso del Parque Natural de les Gavarres. Dos emplazamientos paradisíacos, pero no los únicos ya que a escasos cinco minutos hallamos el pueblo medieval de Castell d'Aro con su famoso "Pecebre vigent" (consultar fechas), y la turística población de Platja d'Aro 365 (abierto 365 días al año) con sus coloridos Carnavales. Y, aunque estas propuestas le puedan resultar suficientes al viajero, le animamos a recorrer los Pueblos Medievales del Empordà. Una ruta en coche o cicloturística que le transportará al corazón de la Cataluña feudal (descargar ruta). Y, por si el viajero siente cierta curiosidad tras visitar Pals, Monells... La Garrotxa nunca deja indiferente. La majestuosidad del puente de Besalú, el sosiego de las ondas sobre el Estany de Banyoles o los impresionantes acantilados de Castell Follit de la Roca marcarán al viajero de tal forma que siempre anhelará volver. Al igual que el casco antiguo de Girona que bajo el lema "Girona m'enamora" inunda las rrss con instantáneas de esta ciudad milenaria. Calles, monumentos y restaurantes han sido escenarios de cientos de películas y/o series de televisión. Pero, si hablamos de musas no podemos olvidarnos de Gala y el místico triángulo Daliniano. Una ruta imprescindible para los amantes del arte o de Salvador Dalí que recorre las poblaciones de Púbol (castillo de Gala-Dalí), Portlligat (casa-museo de Dalí) y Figueres (Museo Dalí). Y, aunque deseemos volver a la Villa de los Mares, no sin antes bañarnos en las turquesas aguas de Cadaqués, pueblo de pescadores, al igual que Palamós.